Diosa celta de los caballos, de la fertilidad y de la naturaleza, asociada con el agua, la curación y la muerte como creencia de que los caballos eran guías de almas, de uno a otro mundo.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Educere-Educare-Educarse

educere "guiar, conducir",  educare "formar, instruir"


Ahora empiezo a ser conciente y a entender a los padres que no quieren ver las dificultades o problemas que tienen sus hijos.

Creo que no quieren que nada pase, que nada cambie, tienen tanto miedo, que intentan sostener de alguna forma lo que tienen, intentando que nada pueda acercarse a perjudicar lo que tanto quieren (viendo sin ver, actuando sin actuar).
¿Por qué mi hijo, mi hermano, mi amigo o mi pareja?. Me gustaría quitar todo sentido de posesividad a los mi de las frases y darles sólo el sentido de cercanía, cariño, amor y respeto que merecen.

Tienen que crecer y estas a su lado viendo cómo lo hacen. Esperas, con un nudo en el estómago, cuando surge alguna dificultad o problema que sepan tomar las decisiones adecuadas, que sean buenas personas, que no hagan daño, que sepan qué es lo correcto. Pero tienes un montón de miedo porque puede que ellos no lo entiendan igual que tú, porque puede que tus principios y valores, no sean los mismos, pero... ¿cómo respetas, aceptas o asumes lo que hacen, cuando sabes que van por mal camino, cuando sabes que se van a equivocar y van a hacer daño?.

Quieres adelantarte, decírselo por tu experiencia, sin embargo, te quedas al margen con todo el dolor de tú corazón, para ver cómo actúa. Le quieres prevenir, decir que ese camino no es bueno, pero te peleas contigo mismo por dejarle elegir y equivocarse.
Después viene la duda de si se dará cuenta del camino tomado, si tendrá conciencia, principios y valores de los que tú quieras formar parte y estar a su lado o por el contrario te hunden.

Cuando ves crecer a tu hijo o hermano, a un amigo o incluso a tú pareja, a tu lado. ¿Qué debes hacer? ¿Callarte, ver a dónde va o avisarle?

Sea como fuere, se necesita valor, comprensión, amistad y amor para crecer juntos.

6 comentarios:

  1. Es difícil valorar el mal menor, dejar que se peguen la galleta? o tener una bronca por meterte "en sus vidas" (que la mayoria de las veces son la tuya). Buscar el equilibrio es la clave, si no, se corre el riesgo de acabar siendo un ogro, o dar la sensación de que no te importa nadie. Suerte, yo nunca he sabido encontra ese equilibrio xD

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tú opinión y experiencia Polus, la aprecio mucho y creo además que tienes razón.

    Habría que saber encontrar el equilibrio, lo que ocurre es que, en ocasiones, cuesta mucho callarse cuando te toca tan de cerca. Somos humanos y nos dejamos llevar por nuestras emociones, y porque además, si no lo podemos hacer ni siquiera con nuestros seres queridos que nos entienden y comprenden, ¿con quién lo podemos hacer? ¿con quién podemos ser nosotros mismos?.

    Al final, acabamos siendo diplomáticos de cara al exterior (incluso de nuestras vidas) y tirándonos de los pelos y gritando todo lo que deberíamos haber dicho en nuestra intimidad.

    ¿Por qué se nos permite la implosión y no la explosión?

    Creo que es un precio bastante caro el que tenemos que pagar yendo al psicólogo o al bar de enfrente a recuperar nuestra salud mental.

    ¿Es que no saben que lo que haces o dices es únicamente por su bien (y por extensión el tuyo)?

    ResponderEliminar
  3. Hola Guerrera... llevo mucho tiempo, vamos unos meses, desconectado de los blogs y por ende del tuyo. Y no me sienta bien esa desconexión, y no por obligación sino porque es un acto que no sólo hace que aprenda de los demás sino que aprenda de mí mismo cosas que creía que no tenía.

    Bueno me centro en el tema, que me voy por las ramas, que me gustan mucho como cuál monete.

    Muy interesante me parece esta entrada, ya que soy de los que se queda al margen, por no convertirme en ese que lo critica todo o lo ve de forma negativa, aunque también por la reacción del otro.
    Por la forma que tengo de ver las cosas, creo que se puede hablar todo pero todo desde un punto constructivo (no siempre es fácil, lo sé). Ya que si intentas imponer algo, lo más seguro es que consigas el efecto contrario... y más si al que le das el consejo es un cabezón de cuidado.

    Un beso, y espero tener algún encuentro con vos y compañía, algún día de estos.

    ResponderEliminar
  4. Hola anonimoaveces.
    Realmente estoy convencida, cada vez más, de que se debe dar la opinión de uno/a, a las personas más cercanas a nosotros (hermanos/as, pareja, amigos/as...).
    Quizá sea una ingenua y piense que nos va a entender, sin más, sin dobles intenciones. Pero realmente, se que no es así, siempre es un arma de doble filo. la otra persona siempre va a tener su visión de por qué le dices lo que le dices, lo va a encajar en la visión que tiene de tí y eso no se puede cambiar. No se puede. Esa lucha está perdida. Por lo que acabas callándote porque tú crítica puede parecer no constructiva, a pesar de serlo, y precisamente conseguir el efecto contrario que comentas.

    Por supuesto nos vemos pronto.
    Un saludo, me alegra que expreses.

    ResponderEliminar
  5. Me ha gustao mucho esta entrada porque lo que plantea para mí es un dilema constante en la vida. El equilibrio que comentáis en la práctica tiene que ser dificilísimo de encontrar. Y la opinión acerca de cómo llevamos estos asuntos hay que pedírsela al afectado: al hijo que se educa, a la pareja, al amigo, etc......porque hasta eso se puede hablar. Yo no tengo hijos pero sé que mejor que mis padres lo han hecho conmigo, no lo podría hacer jamás. Y esto espero decírselo a ellos algún día no lejano. Por cierto, soy Mª del Mar, osea, la sister de la bloguera.

    ResponderEliminar
  6. Hola Mª del Mar (Tata). Me alegro un montón de que por fín te animes a escribir, ya se te echaba de menos.

    ¿Sabes lo que pasa?, que hay veces que no puedes pedirle la opinión al afectado porque son temas muy delicados y personales, susceptibles de ser (casi con seguridad) mal interpretados. Por lo que te comes la cabeza pensando si lo que tú ves, lo ve la otra persona también.

    De todas formas, estoy de acuerdo contigo en que siempre que se pueda pedir la opinión se haga, porque nos enriquecerá ver más allá de nosotros mismos.

    Por cierto, estoy segura de que si fueras madre, lo harías fenomenal y que nunca podemos compararnos con nuestros padres ya que son estilos diferentes y tiempos diferentes. Seguimos evolucionando.
    Lo que te puedo decir es que llevas dentro unas raíces de mucha calidad de las que sólo pueden salir unas muy buenas matas.

    Mil besos. Te quiero y gracias.

    ResponderEliminar